JORNADA SEGUNDA


 
Salen el rey MINOS y TEBANDRO
MINOS: En esta del horror caverna obscura, mi venganza insaciable hallar procura modo con que templar el dolor fiero del tormento mayor, del más severo linaje de pesar y alevosía que pudo fabricar la tiranía. TEBANDRO: Ya Vuestra Majestad tiene en Tesco satisfecho el desastre de Androgeo, puesto que al Minotauro ya entregado, pasto suyo, su fin habrá alcanzado, donde pagado habrá su adversa suerte, réditos de una vida con su muerte. MINOS: Aunque es verdad que es príncipe de Atenas, tan crecido es el golfo de mis penas, que en ondas de congojas fluctüando, mi triste vida miro zozobrando en un mar de tormentos repetido, donde estoy de congojas sumergido. TEBANDRO: Si opuesto siempre, el hado riguroso dispuso que en el Príncipe, costoso fuese el fin de sus prendas un violento, trágico estrago, fúnebre lamento, siendo los juegos en que se excedía, tragedia de su misma gallardía; pues con primor de partes las más diestras, era rayo galán de las palestras, en cuyas lides fue, sin desvarío, el que daba lección al mismo brío. MINOS: Qué importa el que gallardo, osado lidia, si feroz contra él tiene la envidia, enemigo tan fiero e inhumano que se precia de aleve y de tirano; pues contra el que feliz más se previene, tiene sed de lo mismo que no tiene, cuya injuria de locas esperanzas hidrópica de horror bebe venganza. Pero con el tributo, manjar viviente de un hambriento bruto que habita el laberinto obscuro tanto que es eco del pavor, voz del espanto, han de acabar mis iras repetidas tantas infames temerosas vidas. TEBANDRO: Dé Vuestra Majestad a pena tanta treguas de alivio hoy. MINOS: ¡Tebandro, cuánta fuera mi dicha, si aliviar pudiera esta batalla de mi enojo fiera
Asómase ATÚN al paño
ATÚN: Por sacar la cabeza, a lo que infiero, soy atún, y galápago ser quiero. MINOS: ¡Muera Teseo! ATÚN: ¡Horrendo disparate! Éste, no hay que dudar que es fiero mate. MINOS: De cólera en mi enojo no sosiego; todo soy iras, todo rayos. ATÚN: ¡Fuego! TEBANDRO: Tu Majestad procure divertirse. ATÚN: Déjelo, y más que llegue a consumirse, que con aqueste rey tan aturdido, el secreto sabré del consumido. TEBANDRO: Las Infantas, Señor, tienen dispuesta hacer a Vuestra Majestad gran fiesta de un sarao en el Alcázar de Dïana. Témplese una congoja tan tirana, y opóngase lo cuerdo al accidente; porque un sentir, si es cuerdo, menos siente. MINOS: Por si puedo aliviar tanto tormento, iré, Tebandro.
Vanse TEBANDRO y el rey MINOS, y sale ATÚN
ATÚN: Cierto, que es contento el ir a ver el Rey, sin más andanzas, en dos Infantas suyas las mudanzas. Salgamos a ver el día, que hay un laberinto grande, en éste en que estoy metido; plegue a Dios que ello en bien pare. Salgamos a ver el día; que en esta horrorosa cárcel donde se estudian tinieblas, se ignoran las claridades. Cierto, que estoy, a mi amo, dispuesto en aquesta parte casi, casi, por no verlo, por lïarlas casi, casi.
Sale TESEO del laberinto
TESEO: ¡Atún! ATÚN: Señor, oye al punto con qué modo, con qué arte podemos a Ariadna y Fedra verlas en danza esta tarde. Dame albricias, y sean luego; acaba ya, no te tardes. Dame lo que tú quisieras, y no lo que tú mandares. TESEO: ¿En danza? ATÚN: Sí, porque tienen dispuesto un sarao muy grande, donde príncipes y nobles entran con bravos disfraces de galas y mascarillas, porque los conozca nadie. No de príncipe papel harás, sino de danzante; haz, por Dios, lo que te ruego, aunque es forzoso que saltes. TESEO: Infeliz soy y dichoso en un tiempo, pues combaten a mi pecho, entre imposibles, amantes neutralidades. Fedra, a quien mi amor erige rendimientos por altares, adoraciones me intima, afectos me persüade. Ariadna, a quien no le debo menos que la vida, amante, si no me rindo a su cielo, de ingrato he de hacer alarde; porque si fue el instrumento para que yo me librase dando muerte al Minotauro, ¿en qué pecho noble cabe recibir el beneficio, para no saber pagarle? Pues en este Laberinto donde vivo, ni aun señales deja la duda al recelo, para que riesgos me asalten; pues con el hilo piadoso que su amor supo fïarle sólo a mi valor, mi vida tuvo en su piedad rescate. Por cuya fineza quiso, para que yo me librase, Fedra que yo de Arïadna me mostrase fino amante; acción de amor generosa, de tan subidos quilates, que sólo para mis bienes de sus injurias se vale, solicitando su ofensa tan agente, al resguardarme, que a Arïadna le permite lo que nunca es dispensable. Su mal es grande estadista, porque estudia infatigable, en escuelas de tormentos, políticas de pesares. Pues cuando firme pretende que por quererla, a otra ame, cobra sueldos de fineza, sin tirar de amante gajes. ATÚN: Aunque pudiera, la muerte, hoy por el hilo sacarte, del bruto, tan bien la hiciste, que el rey de ella está ignorante. TESEO: Pero di, el sarao que dices, Atún, ¿de dónde lo sabes? ATÚN: Sélo, porque al Rey, Tebandro avisó, que festejarle querían Ariadna y Fedra por divertir sus pesares, y que habían dispuesto un festín de aquellos que hacen, con cortesanos adornos, las palaciegas deidades. TESEO: Yo danzara, si tuviera decente forma. ATÚN: Millares, de príncipes, has de ver, que en forma y figura salen. TESEO: Para el caso galas tengo, como tú sabes, bastantes; pues por príncipe, aunque preso, traje muy rico homenaje. ATÚN: Que no las tienes, presumo, según es fuerza empeñarte. TESEO: ¡Qué sería que con Fedra danzara! ATÚN: Siendo el tu autem de que tú salgas, espero te baile el agua delante. TESEO: ¿En qué lo fundas? ATÚN: ¡Qué lindo! En lo que llego a fundarme es que se paga del viento, y tienes tú muy lindo aire.
Sale LAURA con manto, tapada
LAURA: Buscando vengo a Teseo; mas, si no llego a engañarme, éste que miro es Atún. ¡Cé, galán! ATÚN: Anzuelo trae para pescarme, sin duda, este fregatriz donaire. TESEO: Mira que te busca; llega. ATÚN: ¿Buscona, y que llegue? ¡Tate! Pero llego. ¿Qué me quiere, mi reina? LAURA: Que a su amo llame. ATÚN: Es enfadoso, y conmigo puede usted desenfadarse. LAURA: Mire que vengo de prisa. ATÚN: Despacio es razón que me hable. LAURA: No es fácil, Señor galán. ATÚN: Si es vuesarced, es muy fácil. LAURA: ¡Ce, Teseo! ATÚN: Oigan las cees, las quees, las erres, las haches, con el etcétera de otras letras, para que yo cante. TESEO: Ordéneme vuestro gusto, Señora, lo que mandareis que a obedeceros me obligo. LAURA: Pues lo que os pido al instante es que admitáis esta banda, seña que será bastante de la que, por conoceros, aquesta súplica os hace. TESEO: ¿Cómo? LAURA: Entrando en un sarao, a que os cita. TESEO: ¿A mí, citarme? ATÚN: Sí, Señor, y es muy bien hecho que te cite de remate. TESEO: La duda que aquí padezco, sin repugnar al dictamen, es el que los presos tengan excepción de libertades. ATÚN: Su esclavo he de ser muy libre. LAURA: ¿Él, mi esclavo? ATÚN: No se enfade, que pienso, si no lo acierto, que por su esclavo he de herrarme. LAURA: Adiós, porque ya no puedo detenerme. ATÚN: Aquí ha de estarse conmigo, como usted guste, que no por banda ha de echarme. LAURA: No gaste flores conmigo. ATÚN: Aunque lo sean y las gaste, para las damas mis flores jamás han sido de azahares. TESEO: ¿Pues no sabré a quién le debo tanto favor? LAURA: Sólo baste deciros que es a una infanta. ATÚN: Si es infanta, a mí me cabe. Venga la banda. TESEO: ¿Hay tal loco? ATÚN: Con ella pueden atarme. TESEO: ¿De qué infanta? LAURA: Oídme en secreto. De Fedra. Y adiós, que os guarde. Si vais al sarao, después por el cuarto que cae al parque y corre hasta el laberinto saldrá a veros.
Vase LAURA
TESEO: ¡Suerte grande! ATÚN: Una exhalación con manto es la mozuela picante. Si a cuartos no me condena la dicha, más que me arrastre.
Sale CINTIA tapada con manto
CINTIA: ¡Cé, galán! ATÚN: ¿Qué es lo que miro? Aquésta es segunda parte de la comedia de Amor, donde hay bellezas a pares. CINTIA: Llame a su amo, que le importa. ATÚN: ¿Y eso a mí puede importarme? TESEO: Atento estaré, Señora, a lo que vos me ordenarais; y así, si he de obedeceros, no dilatéis el mandarme. CINTIA: De vos una dama quiere que, con esta pluma, alarde hagáis de lo que os estima. ATÚN: Hombre de pluma lo hace. CINTIA: Pues para un sarao os convida. TESEO: La máscara he de quitarme, aunque la lleve, sirviendo a quien tanto favor me hace. Mas, ¿no me diréis quién es la que quiere hacer examen ahora de mi obediencia, sin embozarme su imagen? CINTIA: Basta deciros que es quien os lo ruega. ATÚN: No es bastante; que puede ser fea, y los ruegos de las feas son en balde. TESEO: Si no cabe en lo soberbio tal favor, ¿cómo en mí cabe? CINTIA: Sólo digo que una infanta os lo pide. ATÚN: Si el que nace varón, infante se llama, y ella es infanta, yo infante. TESEO: Necedades deja, loco. ATÚN: ¿Éstas llamas necedades, pretender, sea como fuere, desde lacayo infantarme? CINTIA: Adiós, no me detengáis, que es tarde ya; y perdonadme, que me espera. TESEO: ¿Quién? CINTIA: La infanta Ariadna. ATÚN: Clara es el ángel... CINTIA: El cuarto que corresponde, aunque está un poco distante de este laberinto, tiene dispuesto para que os hable. Y adiós. TESEO: Esperad un poco. CINTIA: Adiós, adiós, que es muy tarde.
Vase CINTIA
TESEO: Atún, ¿qué dices de aquesto? ATÚN: Lo que digo es que te apartes, que entre tanta infantería, es forzoso que dispares. TESEO: Las dos a una parte misma me llaman. ATÚN: Para este lance, no de una, lo mejor fuera ser hombre de muchas partes. TESEO: La banda es un fuerte empeño. ATÚN: La pluma es para cortarse. TESEO: La banda he de llevar sola. ATÚN: Plumas se las lleva el aire. TESEO: ¿Pero si soy conocido? ATÚN: ¿Pero si damos al traste? TESEO: Mi vida arriesgo, mas muera. ATÚN: ¿Morir? ¡Muérase un alarbe! TESEO: Pero un medio se me ofrece. ATÚN: Ni aun un real es bastante. TESEO: ¿Con máscara no se ha de ir? ATÚN: La fiesta es el descararse. TESEO: Pues tú has de ir de aventurero. ATÚN: ¡Hay desventura más grande! TESEO: Yo la banda he de ponerme, tú la pluma, y muy iguales en la gala y bizarría, hemos de ir a este certamen. ATÚN: ¿Tengo cara de hechicero? No por cierto, luego es fraude, sólo porque se te antoja, el querer hoy emplumarme. TESEO: Quien ama no teme riesgos. ATÚN: Quien sirve, los teme tales. TESEO: Yo he de salir con la mía. ATÚN: Otros con la mía se salen. TESEO: ¿Pero si lo sabe el Rey? ATÚN: Luego al punto, si lo sabe... TESEO: ¿Qué ha de hacer? ATÚN: Por Dios que es lindo; que otra vez nos minotaure. TESEO: Las infantas son hermosas. ATÚN: Sí, pero el viejo es matante. TESEO: ¡Oh si logro la ocasión! ATÚN: ¡Oh si me quieren de balde! TESEO: ¡Oh si mereciese a Fedra! ATÚN: ¡Oh si Ariadna me rogase!
Vanse TESEO y ATÚN, y sale RACIMO
RACIMO: Yo tengo un amo, Señores, que con él, por mis pecados, en buena filosofía, he de conceder que hay Baco. Yo no sé por qué ocasión, saliendo aquí en un sarao solicita ser de fiesta hombre de tanto trabajo. De aquí para allí corriendo, por estar enamorado, aunque me trae bien vestido me trae siempre hecho pedazos. Su amor no le da lugar a mi amor, y es fuerte caso el que se lo quiera todo sin dejarme querer algo. Por ser de Laura cautivo me trata como un esclavo, y quisiera algunas veces ser con ella un libertado. De este palacio, mondonga, según los pies y las manos, me ha parecido, porqué de mondonga tiene callos. Ya se va haciendo la hora de la fiesta; ahora veamos el cómo se han de ir siguiendo los que han de salir bailando.
Tocan instrumentos y cantan dentro
MÚSICA: "Del cielo lucida envidia, gallarda afrenta del Alba, el hermoso sol de Fedra sale con el de Arïadna; porque firme la dicha, de sus mudanzas hace, con sus bellezas de airosa, gala."
Salen el rey MINOS, TEBANDRO y acompañamiento, al son de músicos instrumentos, FEDRA y ARIADNA, CINTIA y LAURA con mascarillas y sombreros con plumas, TESEO, LIDORO, BACO Y ATÚN; a un lado las damas y al otro los galanes, y sentado el rey y los demás en pie, dicen
MINOS: Hermosamente lucido, a contiendas de buen garbo, el buen donaire y buen brío se retan y eligen campo. MÚSICA: "Cuando la confïanza vive segura, hace aplauso, industriosa, de su fortuna; que fortuna que elige la dicha, siempre afïanzada, acredita su buena suerte." FEDRA: Vuestra Majestad dispense el embozo, que el recato hará que tenga el festejo más libre el desembarazo. ARIADNA: Ceremonia es, más que adorno, este disfraz tan usado, vinculado a los festines cortesanos de palacio. MINOS: Atender a vuestro gusto será mi mayor agrado. TESEO: El mérito de esta dicha lo hace grande vuestro aplauso. BACO: Mi obsequio, tendrá, rendido, su obligación por resguardo. LIDORO: El velo de mi temor correré con vos muy vano. ATÚN: Señora, a vos me rindiera pero un rendido es cansado. MÚSICA: "Aunque el favor se emboce, si la dicha se alcanza sin afán de mudanza, porque feliz la goce, sólo la logra aquél que la conoce." FEDRA: A la banda he de ponerme del más diestro aquí danzando. TESEO: (¿A la banda? Aquésta es Fedra. Aparte Voy a lograr lance tanto.)
Llégase TESEO a FEDRA y Sácala de la mano, y bailan hasta la punta del tablado, y se harán la reverencia los dos en llegando, y dirán
TESEO: Mis confïanzas resueltas, sin hallar neutralidades de presas, al verse sueltas, truecan en felicidades de mi fortuna las vueltas. FEDRA: Vuestro crédito afïanza darme lección entendido, que estudio en vuestra importancia, pues dichosa he conseguido de vos tan feliz mudanza. MÚSICA: "Las que Venus procura imitar, soberanas, gallardamente ufanas, su primor asegura que salgan por milagros de hermosura." BACO: Por señas del vestido ésta es Ariadna. ¿Qué aguardo? Sácola, porque con ella mi fortuna airosa saco.
Saca BACO de la mano a ARIADNA, y bailan con el mismo orden
BACO: Si atiendo a vuestra decencia a quien estoy venerando, por cortesana advertencia me toca, con vos danzando, sólo a mí la reverencia. ARIADNA: Libre a los desembarazos, y a los compases sujeta con primores nunca escasos, me acreditaré discreta sólo en seguir vuestros pasos. MÚSICA: "Si se logra oportuna, la ocasión afïanza con segura esperanza, por ser como ninguna, hacer de sus mudanzas su fortuna." LIDORO: ¿Si será tanta mi suerte que este aire y este buen garbo sea de Fedra? No lo dudo. A sacarla me adelanto.
Saca LIDORO a LAURA y danzan con el mismo orden
LIDORO: Luces que ignoran ocasos en sus gloriosos empleos, sin que puedan ser acasos, ser estudian sus paseos de mi libertad los lazos. LAURA: Mi afecto, que os satisface, cuando danzar consiguió con vos, hizo que mirase cortés, cuando me sacó, que por vuestra me quedase. MÚSICA: "Mérito, que ha de serlo porque quiso la suerte, si el peligro lo advierte, sin llegar a temerlo, riesgo fue que estudió cómo no serlo." ATÚN: Danzando con esta dama, por Dios que he de echar el trapo, que es muy sobrado de bueno mi vestido por lo largo.
Saca ATÚN a CINTIA de la mano y bailan como los demás
Si en danza meterme trato, mirando vuestro donaire, sin que sea desacato, a mí todo--es poco--al aire, lo metéis en un zapato. CINTIA: Como vuestro esmero es tan atento y cortesano, diestro el garbo más cortés, aunque os gane por la mano, no os ha de ganar por pies.
Tocan, y van danzando todos, y cáesele la pluma a ATÚN y cógela BACO
BACO: Esta pluma que a mis pies se ha venido, la levanto. Con ella rabio de celos, porque puesta en el tocado presumo que se la he visto a Ariadna. Indeterminado estoy; ponérmela quiero, y buscar el desengaño si acaso es que por favor la trajo Lidoro. Vamos un poco despacio, celos, y averigüemos mi agravio.
Pónese la pluma en el sombrero
FEDRA: Conocido he por la banda al Príncipe; hablarle trato.
Háblale en secreto
Teseo, esta noche espero. TESEO: ¿Quién mereció bien,tan alto? ARIADNA: Según la pluma, es Teseo.
Háblale en secreto a BACO
Príncipe, esta noche aguardo. BACO: ¿Hay más dicha? ARIADNA: Sí, por señas de esta pluma. BACO: Declarado ya con esto, está el enigma. En llamas de celos ardo, este favor fue a Lidoro. ATÚN: ¡Vive Dios, que estoy cansado! LIDORO: Sin duda, que Baco y Fedra son los que allí se hablaron. ¿Cómo, sabiendo sufrirlo, ignoro cómo vengarlo? TESEO: Aunque culto, el bello idioma de Fedra es tan colocado, que con lenguaje de luces dicta palabras de rayos. BACO: Nunca aspire a ser dichoso el que nació desdichado, que es desaire a las estrellas querer violentar los astros. MINOS: Permitidos galanteos son siempre los de palacio, haciendo los rendimientos gala del desembarazo. A las aras del respeto llega el deseo tan sagrado, que en veneración del culto humos gasta el holocausto. Discretos Baco y Lidoro como príncipes tan altos, son los que a la vista tengo; esto es cierto, no hay dudarlo. Sin adularos, bien puedo deciros lo que me he holgado, que mi pesar divertido templará mal tan tirano. TESEO: Señor, del festejo es dicha, haber sabido aliviaros. MINOS: Grosero fuera el tormento no admitiendo este agasajo. MÚSICA: "En todo lo que no creo finjo a veces confïanza, por ver si saco esperanza de las fuerzas del deseo."
Repite TESEO la copla
TESEO: Buena es la copla; el sentido de ella me toca explicarlo. BACO: Es de mi asunto tan mía, que para mí la cantaron. LIDORO: Certamen será ingenioso. ATÚN: Pues si ha de serlo, veamos a los cuatro discurrir, porque nos la dan de cuatro. TESEO: En todo lo que no creo, finjo a veces confïanza, por ver si saco esperanza de las fuerzas del deseo. Aunque alivie mi dolor, vuestro favor contradice, que jamás un infelice algo alcanza en su favor. Presumirlo será error o engaño de mi deseo; pero a vista de mi empleo, oponiéndome a mi daño, pienso que padezco engaño en todo lo que no creo. FEDRA: Por el bien que no malogro, es contra un recelo injusto, recomendación del gusto la solicitud del logro. Feliz sin dudarlo cobro fiel y segura esperanza, porque de vuestra mudanza, que mi voluntad aprecia, con fe amante y nunca necia, finjo a veces confïanza. BACO: Mi desdicha al declararse es tal sin desvanecerse que hubo menester perderse un favor para encontrarse. Por el modo de alcanzarse, jamás mi pecho descansa, mas si aliento confïanza, será contra un fin sin medio, por ver si encuentro remedio, por ver si saco esperanza. ARIADNA: Si es forzoso despedirlo la voz, cuando sale al labio, lo difícil de un agravio es no saber reprimirlo. No os combata resistirlo, pues yo que el bien no poseo, valiéndome de otro empleo cuando a mi defensa salgo, en esta ocasión me valgo de las fuerzas del deseo. MINOS: Cortesanos los conceptos, con estilo más que urbano, en lo que se han excedido discretos se han igualado. A repetir este asunto vuelva la música, cuando no es razón que falten de él los que en nada aquí han faltado. MÚSICA: "En todo lo que no creo, finjo a veces confïanza, por ver si saco esperanza de las fuerzas del deseo." LIDORO: Si es gloria de mi trofeo el bien que no merecí, y es engano del deseo, andaré discreto aquí en todo lo que no creo. LAURA: Porque sosiego no alcanza mi ciega seguridad fundada en vana esperanza, sin hacerla realidad, finjo a veces confïanza. ATÚN: Mi fortuna la afïanza sola la imaginación; porque mi deseo la alcanza, no por sacar posesión, por ver si saco esperanza. CINTIA: Cuando vuestra razón veo que agradecerla es razón, se valdrá siempre mi empleo, si no de la ejecución, de las fuerzas del deseo. MINOS: Vamos, porque ya es forzoso pedir treguas de descanso, por lo grande de su esmero, festejo que ha sido tanto. TESEO: Muy de Vuestra Majestad, Señor, ha sido el reparo; porque ya va descosiendo la noche su negro manto.
Apartes de cada uno
FEDRA: (Amor, busquemos alivios Aparte para la dicha que aguardo.) ARIADNA: (Vamos a pensar, tormentos, Aparte el modo de remediaros.) LIDORO: (Vamos a morir tan luego, Aparte males, que no me deis plazo.) TESEO: (Fortuna, vamos aprisa Aparte a gozar el bien despacio.)
Vanse, y quedan ATÚN Y RACIMO
ATÚN: Solo he quedado; mas miento, porque según este trasto de media tijera, juzgo --y juzgo bien--que es lacayo. Quiero saber su intención, pues solo aquí se ha quedado. Oye; si sirve, me tenga usted por su menor amo.
Quitase el sombrero y conoce que perdió la pluma
(¿Pero qué es esto? La pluma, Aparte ¡vive Dios! que me han hurtado y que el galán que la lleva tiene gentil garabato.) RACIMO: Yo tengo amo a quien servir. ATÚN: Dígame quién es. RACIMO: Es Baco. ATÚN: Servirle no puede ser, si no es estando borracho. RACIMO: ¿Cómo habla de esa manera? ATÚN: Estilo mejor no gasto. Pero ¿cómo no está en cueros quien en Baco se ha empleado, cuando se quejan los montes de que los va despoblando? RACIMO: Los montes, ¿por qué ocasión? ATÚN: Por los lobos que ha tomado. (Mas la noche llega, y quiero Aparte dejar este mentecato.) Adiós. RACIMO: Os iré sirviendo. ATÚN: Si es de balde, sea volando. RACIMO: Fuerza es que de balde sea, porque de vos no me pago. Voy. ATÚN: Exceso es terrible. RACIMO: Forzoso es ir. ATÚN: Será en vano. RACIMO: Baste ya de cumplimientos. ATÚN: ¿Cumplimientos? ¿Pues son años? RACIMO: Usted no pase de aquí. ATÚN: ¿Qué es de aquí? No he de dar paso. RACIMO: Yo he de quedarme. ATÚN: Ha de irse usted con todos los diablos.
Vanse. Salen FEDRA y ARIADNA, cada una por su puerta
FEDRA: Si encuentro sombras, y la luz no veo de un bien que se dilata, por ser mío, cuando más cerca está, más me desvío de un peligro que toco y que no creo. Si es cobarde, y se alienta mi deseo teniendo por razón mi desvarío, y de la noche mi ventura fío, lóbrego ensayo de medroso empleo, quien está, como yo, tan asistida de un mal tan firme y un penar tan vario, sólo espera una muerte repetida; que el esperar, que es muerte de ordinario siendo el mayor contrario de mi vida, más allá de la muerte es mi contrario. ARIADNA: El manto de la noche, en sombras tinto, que medroso vistió de mis temores tupido laberinto de pavores, no es mayor que mi obscuro laberinto. Parecido a mi suerte, no es distinto el color de sus trágicos horrores, porque sin luz me pinta los rigores que yo sin descansar hago y me pinto. Sin que hagan intermisión mi amor constante de alivio, mi tormento, que es la herida que apetezco, más viva y penetrante me lisonjea, cuanto más sentida; pues por vivir muriendo, tengo amante mi tormento por alma de mi vida. FEDRA: ¡Qué largas que son las horas de la esperanza, y qué fijos en el alma los tormentos de un mal, cuando está remiso! ARIADNA: La noche con los horrores y las sombras que ha tejido de miedos y confusiones, de mi muerte es vaticinio. FEDRA: Si llego a vivir y muero triunfando de lo que vivo, nunca mejor vence amando un corazón, que vencido. ARIADNA: Mi fortuna es un achaque tan de gusto, en asistirlo, que el remedio de mi daño es de mi daño incentivo. FEDRA: Tanto apetezco mis males, que hidrópicamente aspiro a sed de nuevos tormentos que bebo y no desperdicio. ARIADNA: Tanto me hallo con la pena del dolor que no mitigo, que imaginando el descanso, me cansa lo que imagino. FEDRA: No hallo a mi mal bien que pueda tan feliz sustituirlo; lo que necesito, es sólo del bien que no necesito. ARIADNA: Esperar quiero a Tesco. FEDRA: Con Teseo determino que en él y en mi amor se logren recíprocos los cariños. ARIADNA: Hora será de que venga. FEDRA: ¿Si a esta cuadra habrá salido? Porque en esta cuadra es donde con maña y con artificio cae de su prisión la puerta, donde logrará propicio mi amor la dicha de verlo, sin mostrarse el hado esquivo. ARIADNA: Descuidada dejé a Fedra; que no quiero más testigos de mi pasión amorosa, que mis amantes suspiros. FEDRA: Temiendo estoy que Arïadna me eche menos, porque libro en su descuido el descanso que sin ella solicito.
Sale TESEO
TESEO: Hora será de que salga el sol de Fedra divino, que salir el sol de noche, es gala de su prodigio. En esta parte pretendo aguardarla, pues me dijo que me esperaba esta noche. ¡Oh, llegue ya, porque vivo no tengo más que el tormento que por ella paso, esquivo! Pero hacia aquí, me parece, que he sentido de su aliño pasar un crujir de seda. ARIADNA: Un bulto hacia aquí percibo. TESEO: 0 es que hago con el deseo verdad lo que aun no averiguo, o siento ruido. ARIADNA: ¡Oh, si fuera! Que asusta el bien por temído. TESEO: Llego a hablarle. ARIADNA: A hablarle llego. FEDRA: A aquella parte he sentido pasos. ¿Si será Teseo? ARIADNA: Mi bien es, o yo lo finjo. TESEO: Un infeliz, que cobarde contra la razón de tibio, teme, si aspira a dichoso, riesgos de su precipicio. ARIADNA: Amor, ¿en qué me detengo? TESEO: Llego ciego al Sol que miro. ¡Hermoso sol, a quien hace, con mucho aplauso festivo, apagados rendimientos de la noche el negro abismo, mariposa enamorada, a tornos de vuestros giros libando ardores que bebo qué dulce pira me erijo, Ícaro de vuestros rayos, si tan feliz me derrito! ¡Oh qué gallarda es la muerte, de un peligro tan altivo! ARIADNA: Cortesanías amorosas que al silencio las remito, las halla mejor callando, siempre un corazón ladino. TESEO: Si calláis a mis congojas, que no pongáis, os suplico, a los oídos candados, poniendo a las almas grillos. ARIADNA: Dar crédito a la fineza es interés, con motivo de logro, porque afïanza la aceptación de bien quisto. FEDRA: Si son Teseo y Arïadna, Amor, ¿qué fiero cuchillo a la garganta me has puesto para morir a sus filos? TESEO: Tormenta corre anegado mi pecho, infeliz navío con lastre de pensamientos y velas de mis suspiros, que al pecho, el cordel más flojo le da, apretando nocivo, cuando galantea su muerte, razones de bien herido. FEDRA: Desdoro es de mi pasión ser mi pesar tan sufrido; pero vamos poco a poco, tormentos, que es requisito saber resistir amando, el pesar que no resisto; pues si arriesgo lo que quiero, peligro lo que he querido. Mas contra mi pundonor este desaire es indigno de mi amor; pues ¡ea, pesares, mirad que os desacredito! ¡Vierta la ponzoña el labio! Pero ¿tal pronuncio y digo? ¿Yo aventurar lo que quiero? No, Amor. ¿Pues qué haré? Sufrirlo. TESEO: Mi corazón hace alarde de que se ve a un tiempo mismo, tan avaro de placeres como de pesares rico. Baste ya, divina Fedra. ARIADNA: (¿Qué escucho? ¡Ah ingrato! El juicio Aparte pierdo con desdén tan fiero. TESEO: ¿No respondéis? ARIADNA: (¿Quién se ha visto Aparte en lance tan apretado? Pero fingir determino que soy Fedra. ¡Oh qué costoso examen el de un martirio! FEDRA: ¿No me nombraron? Sí, pienso, si, que el eco bien distinto de mi desgraciado nombre me trajo este infausto aviso. Yo no me engaño. Arïadna es la que--según colijo por los ecos--con Teseo logra el bien de que me privo. ARIADNA: Cuando llego a responderos, de vuestro amor no me obligo, porque os hallo para amante con señas de poco fino. TESEO: Quien por culto os rinde un alma tan postrada, el sacrificio, que se acredita de vuestro, amitidlo, no por mío. ARIADNA: Agravio es, más que fineza el vuestro, que si lo admito, con lo mismo que obligarme intentáis, me desobligo. TESEO: No os entiendo. ARIADNA: Si más cuerdo no lo miráis, y preciso estudiáis, como ignorante aprended mejor estilo. TESEO: ¿Qué es esto que me sucede, Señora? Si en el bajío de lo infeliz dio mi nave, mi suerte lo habrá querido. Aunque por amaros sea como descollado pino que--verde gigante--un rayo su vana pompa deshizo; como la flor, que a la Aurora le bebió el blanco rocío, para morir a la tarde de achaque de haber nacido; como en cuna azul el sol, purpúreo rubí encendido, que después en el ocaso, topacio agoniza tibio; como la menuda grama, cuyo verde, hermoso aliño en seco polvo convierte el brasero del estío; como cristal que, en verano corriendo, armónico vidrio, comprimido en el invierno suspende lo fugitivo; así seré. Porque yo, nave en golfos de peligros, pino mi altivez errada, flor mi amor, mi daño estío, rayo el incendio del pecho, cristal el mar de suspiros, si encuentro por mis desgracias, entre males tan nocivos, para mi cristal invierno, para mi escollo desvíos, para mi sol triste ocaso, para mi nave bajíos, para mi flor desalientos, para mi verdor olvidos, todos aquestos contrarios de mi amor fieros ministros, me parecerán lisonja cuando los logre castigo.
Asómase LÁURA con BACO al paño
LAURA: Bien podéis entrar, que aquéste es el señalado sitio. BACO: Lo que aquí os debo, no dudo satisfaré agradecido. LAURA: Entrad, que ya voy volando a darle a mi ama aviso de que aquí estáis. (Con Teseo, Aparte a su amor albricias pido.)
Sale BACO
BACO: Por ver si me dan las sombras la luz, que águila registro, vengo; pues de Ariadna hermosa citado esta noche he sido. ARIADNA: Hacia allí he sentido pasos. TESEO: Hacia aquí siento rüido. ARIADNA: Si me ven, perdida soy. TESEO: Mucho pierdo si soy visto. BACO: Llego, que según las señas, presumo, sin ser delirio, que me alumbra a ser dichoso la estrella de quien me fío. Llego, pues que Ariadna es ésta.
Llégase a FEDRA
Permitid, sol más divino, que no os oculten las sombras, porque del sol siempre han sido unos bastardos borrones que se pierden desmentidos. A obedeceros dichoso vengo; porque han sido siglos los que he tardado viniendo esclavo, sólo a serviros. FEDRA: (¿Si es éste, Teseo? Pues antes, Aparte averiguarlo es preciso.) Extraño vuestra venida. BACO: ¿Qué decís? FEDRA: Lo que yo os digo es que la venida extraño. BACO: Ya sé, a costa de suspiros, que es Lidoro solamente de vuestros favores digno. FEDRA: (Teseo ha sabido, sin duda, Aparte que me pretende.) Atrevido, sobre hallaros desatento, estáis. ARIADNA: Yo cierro el postigo de esta puerta, que mi padre sé que no está recogido. Dejaros quiero. TESEO: ¿Qué escucho? ¿Cómo este pesar recibo? ¿Os vais?
Vase ARIADNA
Pero me parece que ha venido gente. Indicio de su afrenta y de su agravio es, y vengar determino, a despecho de mis celos, esta injuria. Aquí escondido he de examinar mi daño.
Escóndese TESEO
FEDRA: (Con desdenes, con desvíos Aparte he de probar su fineza.) Idos luego. BACO: Resistiros mal podré. TESEO: Sin duda es Fedra, que sintió que había venido quien con otro hilo, pendiente tiene mi vida en un hilo. ¿Para qué fue el de Arïadna? ¡Oh, engañoso basilisco, que disfrazando los ojos, me has muerto por el oído! FEDRA: Si a mi vista os he encontrado tan amante y tan rendido como os he atendido, en vano será el que os escuche. Idos. BACO: No entiendo lo que decís.
Sale ARIADNA
ARIADNA: (Vengo, por ver si consigo Aparte despacio hablar con Teseo.) BACO: (Para este empeño es preciso Aparte el valerme de una industria.) Aquel favor, si fue mío de enviarme vos una pluma, decidme, ¿qué fue el motivo? ARIADNA: (Peor es esto; ésta es sin duda Aparte Fedra, y Teseo el atrevido que con ella aquí está hablando. Erré en irme; pero libro mi defensa en mi venganza. Pensando que habla conmigo, es Teseo; no hay dudarlo. ¿Cómo rayos no fulmino, pues yo la pluma le envié?) FEDRA: ¿Yo, pluma? Ése es desvarío. ¿Banda es lo mismo que pluma? TESEO: ¿Banda escuché? ¿Esto es fingido? ¿Si es Fedra pensando que soy yo? Claro es el indicio. ARIADNA: Con la pluma solamente tengo mi engaño entendido. ¡Oh falso! ¡Oh aleve amante! FEDRA: (Quiero estorbar un peligro Aparte aquí, para que se vaya con sólo mudar de estilo.) Esto no ha sido otra cosa, que examinamos de fino.
Sale CINTIA
CINTIA: Señora, mira que es Fedra. ARIADNA: ¿Qué dices? TESEO: (Que es Fedra ha dicho Aparte esta voz; pues ¿a qué aguardo? ¡Muera el traidor enemigo!)
Sale ATÚN al paño
ATÚN: Poco a poco abro la puerta de este que parece el limbo, porque ya tarda mi amo. BACO: Tan vuestro me sacrifico, que nadie podrá estorbarle.
(Sale TESEO al paño con la espada desnuda, y riñen
TESEO: Si no es yo. FEDRA: Hombre atrevido, ¿quién eres que de esta suerte haces gala de un delito? BACO: Yo sabré aquí castigarlo. TESEO: Verás cómo vengativo, con esta lengua de acero mi ofensa esta vez te digo. FEDRA: ¡Laura! ARIADNA: ¡Cintia, ven aprisa! FEDRA: ¡Luces! TESEO: Si no me retiro, dama y vida arriesgo a un tiempo.
Sale LIDORO al paño
LIDORO: Asaltado de improviso rondando la luz de Fedra, hacia esta parte he sentido ruido de espadas; ya es fuerza salir.
Sale, y riñe con BACO
¿Qué es esto? ATÚN: En conflicto está mi amo. ¡Señor! TESEO: ¿Eres Atún? ATÚN: Soy el mismo. TESEO: Pues por sagrado nos valga, esta vez, el laberinto. Entrémonos, que las luces sacan ya. ATÚN: ¡Por Dios, que es lindo! Acaba que si nos miran, hemos de ser muy mal vistos.
Éntranse ATÚN y TESEO en el laberinto, y salen LAURA y CINTIA con con luces
LAURA: Señora, aquí están las luces. CINTIA: ¿Qué mandas? BACO: ¿Pero qué miro? ¿No es Lidoro el que aquí veo? LIDORO: ¿No es Baco éste? El enemigo con quien él se acuchillaba, ¿adónde está? Encanto ha sido. FEDRA: Valdréme de mi respeto en empeño tan crecido. ARIADNA: De mi decoro me valgo, que éste es remedio preciso. FEDRA: ¡Fuerte lance es, si lo vieron! ARIADNA: Teseo no ha sido visto de alguno. ¡Fue suerte grande con que él aquí está escondido! FEDRA: Este aprieto, con mi enojo aquí alentar determino. ¿Vos, Lidoro, de esta suerte? ARIADNA: ¿Vos, Príncipe, desmedido profanando este sagrado? BACO: Yo, Señora, sólo digo... LIDORO: Yo, Señora, a vuestra voz... BACO: Atento siempre y rendido, he venido. LIDORO: No he faltado. ARIADNA: Mi padre, con el castigo de atrevimiento tan grande, satisfará este delito. LIDORO: ¿Qué es lo que a mí me sucede? BACO: ¿Qué es lo que me ha sucedido? (En Lidoro he de vengar Aparte los celos que aquí averiguo.) Por darle a Su Majestad una nueva, había venido, que me escribieron de Atenas. LIDORO: La misma a mí me han escrito. LAURA: (Esto entre los dos se llama Aparte herir por los mismos filos.) BACO: (¡Que de mi industria se valga!) Aparte LIDORO: (Su disculpa me ha valido.) Aparte FEDRA: ¿Pues qué hace a lo descompuesto, la nueva? BACO: Haber presumido algún rüido en palacio. LIDORO: Este alboroto fue el mismo que me trajo de esta suerte.
Apartes de cada uno
BACO: (Lidoro ha perdido el juicio; Aparte pero de celos reviento.) LIDORO: (¿Quién sería el escondido Aparte que reñía aquí con Baco? ¿Es soñado lo que miro?) FEDRA: (Sólo en librarse Teseo Aparte toda mi fortuna libro.) ARIADNA: (Estando Teseo sin riesgo, Aparte ya no temo algún peligro.) LIDORO: (Vamos a pensar, venganzas, Aparte el modo de concluíros.) BACO: (Busquemos breve, tormentos, Aparte remedio para el alivio.) FEDRA: (Adelantemos, rigores, Aparte memorias contra el olvido.) LIDORO: (Pues amarte contra el riesgo...) Aparte BACO: (Resuelto contra mí mismo...) Aparte FEDRA: (Opuesta contra mi estrella.) Aparte ARIADNA: (Determinada me alisto.) Aparte BACO: (...yo a morir...) Aparte LIDORO: (...yo a padecer...) Aparte BACO: (...por amante.) Aparte LIDORO: (...por rendido.) FEDRA: (¿Pero, sabrá mi congoja...) Aparte ARIADNA: (Pero, sabrá mi delirio...) Aparte LAS DOS: ...sentir que en mis confusiones, amor es más Laberinto?

FIN DE LA SEGUNDA JORNADA

Amor es más laberinto, Jornada III


Texto electrónico por Vern G. Williamsen y J T Abraham
Formateo adicional por Matthew D. Stroud
 

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Actualización más reciente: 26 Jun 2002